viernes, 29 de mayo de 2020

28º día de desconfinamiento. Pablo


28º día de desconfinamiento. Pablo. Querido Pablo, siento tener que decirte que deberías dimitir como vicepresidente del gobierno. Es triste tener que llegar a pedirte esto, siendo el líder de un partido tan necesario para que las políticas progresistas y de izquierda se  abran paso en el país. Te lo pido, porque últimamente la estabilidad del gobierno se encuentra amenazada por tus salidas de tono y ansia por querer figurar más de la cuenta. Entiendo que quieras que se visualice tu Partido en el gobierno, pero podías fijarte en la excelente labor de la Ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, y arrinconar las bravuconadas o salidas de tono que sueles regalar a tus incondicionales, pero que tanto daño hacen a la labor del ejecutivo.
Es cierto que debes estar dolido por los ataques constantes que la derecha hace sobre tu persona y familia. Cualquiera lo estaría. Pero a un político de tu nivel se le debe exigir un  poco de contención, seny, que dicen los catalanes, para no entrar en su juego de crispación, que solo les beneficia a ellos. No solo eso, la mesura es una medida que siempre debe respetarse; decía Voltaire que el secreto de no hacerse fastidioso consiste en saber cuando detenerse. Y tú, últimamente has roto los frenos. No voy a enumerar aquí la munición que les has dado a la oposición en las últimas semanas, la conoces tú de sobra.
Lo que me ha llevado a escribir esta carta ha sido tu intervención de ayer en la Comisión de Reconstrucción. Vale, que el otro día llamaras marquesa a la ínclita portavoz del PP en el Congreso, Cayetana Álvarez de Toledo, de una forma despectiva, tratando de ofender. Realmente nos importa un bledo si esa señora es marquesa, duquesa o baronesa. Lo que la convierte en una persona tóxica para la democracia y la mayoría de los españoles, es su manera de pensar en la desigualdad como un fenómeno natural y su desprecio hacía los que no piensan como ella. Su intervención contra tu familia la delata y nos da la idea de la catadura política y humana que tiene.
Pero tú no debes caer en ese juego, y ayer, una vez más, te dejaste llevar por la incontinencia verbal que no se le espera a un vicepresidente del gobierno. Lo que le dijiste al diputado de Vox lo pensamos muchos, lo escribimos en nuestros artículos y expresamos en foros, pero tú debes guardar las formas, porque cuando no lo haces pones en evidencia al gobierno y nos dejas sin argumentos a los demás.
Estos días se está hablando mucho de la crispación política, una crispación fomentada por la derecha, como último recurso para derrocar al gobierno. Todos tenemos claro que son el PP, Vox y sus medios los que la alientan. Es paradigmático que en el Ayuntamiento de Madrid, no exista crispación porque la oposición está teniendo un comportamiento exquisitamente democrático. Sin embargo, tú ayer has tirado por tierra todos los argumentos que señalaban a la derecha como única responsable de la crispación política. Al ponerte a su altura de discurso irrespetuoso y poco inteligente, ya no es solo la derecha la que alimenta la crispación, y así lo van a airear a los cuatro vientos, ya lo están haciendo, en un momento de suma delicadeza para el gobierno. Creo que no eres consciente de la responsabilidad que has adquirido al ser vicepresidente.
Fíjate hasta que punto llega, que hoy, que deberíamos estar celebrando la aprobación en Consejo de Ministros/as el Ingreso Mínimo Vital, algo por lo que la izquierda lleva años peleando, tu desatino verbal de ayer, lo ha difuminado y empequeñecido, que es justo lo que la derecha pretende: que nada de lo que está haciendo el gobierno para mejorar la vida de los españoles adquiera la categoría de buena gobernabilidad.
Perdona que utilice una expresión muy burda, pero ayer la has cagado y mucho, sin medir las consecuencias de tus actos. Por eso, creo que deberías dimitir, que tu lugar lo ocupe otra persona de tu Partido más preparada para la vida institucional. Porque los avances sociales, y esto tú lo sabes mejor que yo, no se consiguen solo en las barricadas, sino también desde el gobierno, y para ello es imprescindible que no haya en su interior ningún dinamitero, que de sembrar de minas la acción del gobierno ya se encarga la oposición.
Por lo demás, sigo pensando que fuera del gobierno eres una persona necesaria para la izquierda del país.
Buen desconfinamiento.



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