22º día de desconfinamiento. Charcos.
Este gobierno, parece que ha nacido con las botas katiuskas puestas. Cuando no
se mete en un charco se mete en otro, y al final se le empaparán los pies de
agua embarrada. Es tal su capacidad para liarla, que la oposición, si fuera
lista, solo tendría que sentarse a esperar al nuevo desatino. Pero claro, pedirle
inteligencia a la oposición, es como intentar sacar petróleo de un pozo de agua.
Le decía don Quijote a Sancho : No
andes, Sancho, desceñido y flojo; que el vestido descompuesto da indicios de ánimo
desmazalado. Parece increíble que frases escritas hace cuatrocientos años, sigan
calzando la mano como un guante, en la actualidad. Y es que los humanos, por
muy tecnológicos que seamos, seguimos siendo esos monos erguidos que se
aventuraron en la sabana, hace cientos de miles de años, con idénticas pasiones,
que son, a fin de cuentas, las que dictan nuestro comportamiento, y nos hacen a
veces errar, a veces acertar. Pero la capacidad para meternos en líos sin que
nadie nos empuje sigue intacta; debe ser que lo llevamos grabado a fuego en el
ADN de la humanidad.
Este gobierno parece desmazalado
y desceñido. ¿Hacía falta toda esta pifia, para sacar adelante una votación que
ya estaba asegurada? Porque ahora ya no se trata de cambiar la Reforma Laboral,
sino de salir del atolladero en el que se han metido, sin que nadie resulte
lesionado, aunque el mal ya está hecho. Y lo peor, es que han conseguido, no sé
si intencionadamente o sin pretenderlo, que solo se hable del escándalo de un
gobierno dividido, dejando al margen la necesidad de cambiar la Reforma Laboral,
por las razones que ya expuse a en el comentario de antes de ayer.
El país está al borde de la
ruptura porque la extrema derecha, es decir, PP y Vox, han decidido ponerlo al
pie de los caballos, liberando toda la adrenalina fascista que durante tantos
años ha estado larvada, quizá, porque sabían que en el turnismo electoral que
se diseñó en La Transición, ellos, agazapados en Alianza Popular y posteriormente
en el Partido Popular, siempre tendrían su tiempo de ocupar el poder. Pero
ahora, la extrema derecha tiene quien la represente en Vox y en la dirección del
PP Casado/Aznar, con Díaz Ayuso de artista invitada.
Por ello, el gobierno debería ser más cauteloso,
y estar más atento a los posibles errores que puedan cometer. Tener la boca
cerrada es una virtud, que algunos de sus miembros no alcanzan a comprender.
Pero tener una dirección adecuada, de liderazgo, no vendría nada mal, para
evitar estos desatinos, que cada vez acercan más a la extrema derecha al poder.
Queremos salir de la pandemia con
políticas progresistas, en donde la salud y la economía no se cuestionen mutuamente,
pero también, con una recuperación económica que pase por respetar la amenaza
de un virus, que no se ha ido. Una recuperación, que no provoque más
desigualdad, pobreza y destrucción del medio ambiente. No es imposible, si
desde el gobierno se dan los pasos acertados. No se puede firmar un acuerdo
inútil, que desconocen la mitad de los
ministros, incluidas las directamente afectadas, distancie a tus aliados,
enfade a los agentes sociales y dé gasolina gratis a la oposición, que solo
tiene como objetivo quemar las naves, para que vayamos todos a la deriva y a
ellos les sea más fácil, no solo alcanzar el poder, sino gobernar para los de las
caceroladas y marchas abanderadas, que recuerdan demasiado a los desfiles de
las dictaduras que en el mundo existen,
que no son pocas.
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