8º día de desconfinamiento.
Claridad. Nos hemos llevado en la Comunidad Valenciana una gran decepción al
conocer que la gran mayoría del territorio no ha pasado a la Fase 1 de
desescalada. Sobre todo, porque desde hacía días se nos venía diciendo que cumplimos
todos los parámetros exigidos por el
ministerio, y porque, al contrario que en otras comunidades, la
sensación general en la calle presagiaba que así era. Sin embargo, ayer nos cae
un jarro de agua fría, que nos ha dejado
a todos paralizados, y lo que es peor, tan confundidos, que no han tardado en
empezar a circular por las redes teorías de la conspiración o el victimismo,
que nada aportan a una solución racional.
Aparcando todas esas paranoias,
lo único que cabe pensar es que el Ministerio de Sanidad debe tener motivos
sustanciados para frenar las aspiraciones de desescalada de la Comunidad. Más
aún, cuando desde la Conselleria de Sanitat, se asegura que todos los datos que
han presentado al ministerio cumplía los parámetros exigidos para pasar de
Fase. Y así lo ha expuesto el presidente Ximo Puig, y esta mañana en rueda de
prensa, la consellera de Sanitat Ana Barceló.
Lo peor que puede suceder en una
situación como esta, cuando la ciudadanía está cumpliendo escrupulosamente sus
obligaciones, más allá de alguna que otra relajación, es la falta de claridad.
Jugar a la ceremonia de la confusión lo único que provoca es estimular la
imaginación de la gente y que las teorías más disparatadas empiecen a circular.
Incluso, desde el punto de vista político, el desconcierto que produce la
ausencia de una información clara y veraz, es alimento del fuego de una
oposición, que está deseosa de sacar la artillería. Y no digo esto con acritud,
creo que en la Comunidad Valenciana, salvo algún que otro exabrupto, el
comportamiento de la oposición está siendo modélico.
Asombra que la propia consellera
de Sanitat diga que todavía no sabe los
motivos por los que se han considerado que la gran parte de la Comunidad no
pasa a la Fase 1. Máxime cuando ayer por
la mañana, los propios técnicos del ministerio aseguraron que el informe
presentado por la Generalitat era de “matrícula de honor” (sic). ¿Qué ha
pasado, entonces? Un giro tan importante debe tener una explicación coherente y
esa corresponde al Ministerio de Sanidad darla, y todavía, a tenor de lo que
nos dice Ana Barceló, ni siquiera a ella se la han dado.
Claridad, señores del ministerio,
porque si no la hay el daño es elevadísimo. Si existen motivos para no pasar de
fase que se expliciten con luz y taquígrafos y acaben con las especulaciones, y
lo que es peor: dejando en evidencia a la Genaralitat Valenciana, que sí está
haciendo bien su trabajo. Si no es así, tendremos que empezar a pensar que las
decisiones no se toman ajustadas a los datos, y que tras esa falta de claridad,
se esconden conclusiones arbitrarias que solo conducen al desconcierto y el
enfado de la población.
Quiero pensar, que hay razones
suficientes para tomar una decisión de esta gravedad. Por favor, no empañen
todo el trabajo que están haciendo por falta de información clara en la toma de
sus decisiones. Seguro, que cuando nos lo expliquen, sabremos entenderlo, como
venimos haciendo desde hace semanas, ante resoluciones duras que nos están cambiando la vida. La diferencia es
que esas decisiones han estado bastante bien explicadas.
Nos vemos a las ocho, ahora más
que nunca, porque los sanitarios siguen mereciéndose nuestro cariño.
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