Vigesimoprimer día de cuarentena.
Por fin parece que llegan nuevas noticias. Ahora que algunos medios se han
empezado a cuestionar las cifras que nos ofrecen diariamente, tenemos la
noticia de un importante bajón de todo, y realmente me pregunto, si más allá de
la precisión de los datos para los expertos y la ciencia, al resto nos importa
mucho saber si se está haciendo bien o mal, siempre que se siga el mismo
criterio de contaje. Es decir, que no apliquen una manera de contar un día y
otra al otro. Si no es así, lo que nos dicen son tendencias estadísticas y por
ahí, hoy han llegado buenas noticias.
Pero yo no soy un medio de comunicación, que necesita tener un
tema del que hablar con relación al coronavirus. Respeto que los medios deben
hacer su labor, pero sin caer en el espectáculo, y a veces, con este asunto,
algunos están cayendo. Eso, por no hablar de esos programas de TV, con
apariencia de tertulia, en los que he llegado a contar hasta nueve personas en
el plató, por supuesto todos sin mascarilla.
Hablando de mascarillas. ¿Qué
pasa con la OMS? De haber puesto en duda la eficacia de las mascarillas, ahora
dice que deberíamos llevarlas todos. Lo que se le tiene que pedir a un
organismo de esa envergadura es un poco de coherencia, y no ir a salto de mata.
Porque una cosa es ir improvisando, un poco sobre la marcha, qué medidas tomar,
cuando un virus así ataca a la humanidad, porque no existe un manual de
instrucciones, y otra lanzar al mundo noticias contradictorias.
“La felicidad nunca viene sola”, es el título
de una comedia francesa dirigida por James Huth -la recomiendo para estos
días-. Es cierto. La dicha siempre viene acompañada de algo que la empaña. Hoy
que podemos respirar de tanta noticia mala, que parece que las medidas que se
están tomando empiezan a hacer ver un poco de luz, recibimos la noticia de
la muerte de Aute. A muchos, a lo mejor
ni os suena, pero Aute ha sido uno de los grandes compositores de la canción de
autor en España, y referente de toda una generación, que ha tatareado sus
canciones sin descanso. No importa de lo que haya muerto. Posiblemente, porque
estaba muy enfermo desde que tuvo el infarto. También muere gente por otras
enfermedades, aunque ahora parezca que ya no, que solo el coronavirus tiene la
patente de la muerte en España. Descanse en paz y esta tarde, también
aplaudiremos por él. Hasta las ocho.
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