Trigésimo sexto día de cuarentena.
Burundanga. La burundanga es una droga, que tristemente saltó a la fama por el uso
de hombres con las neuronas en la entrepierna, para abusar y violar a mujeres
con la voluntad anulada. Porque eso es lo que hace la burundanga: anular la
voluntad de las víctimas, para que el abusador pueda violar sin resistencia.
Mal asunto este, que traten de
anular nuestra capacidad de pensar y discernir entre lo que nos parece bien o
mal. Algo parecido a lo que la máquina mediática de la derecha, orquestada por
no pocos dirigentes de esos Partidos, está pretendiendo hacer con todos nosotros.
Aplicándonos burundanga informativa, tratan de convertirnos en seres pasivos dispuestos
a creernos todo lo que nos cuentan. Les invito a leer los Once Principios de la
Propaganda nazi, ideados por Joseph Goebbels, uno de los asesinos más sanguinarios
de la historia, para entender de lo que estoy hablando.
Burundanga es intoxicar a la
opinión publica inundando los medios de comunicación y las redes sociales con
bulos, falsedades, globos sonda y mentiras. Principio de Verosimilitud. De esto
ya hemos hablado algo, durante estos días, sobre cómo el bulo y la noticia falsa
se ha convertido en el modus operandi de la derecha. Todo vale, con tal de disimular
y ocultar sus propios errores, para imputárselos, en este caso al gobierno. Por
ejemplo, lanzar intoxicaciones con los aviones de material sanitario, del
estilo de acusar al gobierno de estar reteniéndolos en aduanas, o el material en
las comisarías, para disimular su responsabilidad en la gestión del abastecimiento
de ese material.
Burundanga es silenciar las noticias
que favorecen al gobierno, con la ayuda de los medios de comunicación. Principio de Silenciación. Por
ejemplo, el uso abusivo de los muertos por coronavirus, utilizándolos, sin
pudor, como un ariete contra el gobierno, trata de ocultar que las medidas que
se están tomando van en la buena dirección.
Burundanga es repetir machaconamente
las mismas mentiras: “Si una mentira se repite lo suficiente, acaba por
convertirse en verdad”. Principio de Orquestación. Por ejemplo, la campaña
reiterativa de culpar al 8-M, y por extensión al feminismo, de la expansión de
la pandemia.
Burundanga es hacer que los
errores de la derecha caigan sobre el gobierno, respondiendo con ataques.
Principio de Transposición. Por ejemplo, negar que la sanidad o las
residencias de mayores son competencias transferidas a las comunidades
autónomas, haciendo ver que la responsabilidad de la pandemia la tiene el
gobierno, que reaccionó tarde.
Esto es solo un ejemplo de toda
la burundanga con la que están tratando a diario de anular nuestra voluntad.
Mientras, ellos van a lo que realmente saben hacer: poner el dinero por encima
de la salud de las personas. Por ejemplo, el PP y CS han votado en el Parlamento Europeo
contra la mutualización de la deuda entre todos los países de la UE, que viene defendiendo
el gobierno para salir de la crisis económica. Así, si esto no se produce,
tendrán muchos argumentos para acusar al gobierno de arruinar el país.
Nos vemos a las ocho, porque el
aplauso solidario nos vacuna contra la burundanga.
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