jueves, 20 de mayo de 2021

Pasó el Día Internacional de los Museos.

 


Hemos pasado el Día Internacional de los Museos. Parecía que no les íbamos a echar de menos, pero la pandemia nos ha hecho ver qué importantes son para la vida cultural y, por qué no decirlo, para la propia vitalidad de una sociedad, que si no es capaz de reconocerse en sus museos, poco o nada le interesa el pasado y sus circunstancias, manifestadas a través del arte, como sublimación de la inteligencia humana, capaz de expresar con belleza las emociones positivas y negativas que tiene una sociedad en cada momento de su historia.

Nunca debemos perder esa perspectiva sobre los museos como grandes templos que nos muestran cómo el arte leyó el pasado. Lo que no está reñido con la promoción del arte actual, que es la manifestación presente de cómo los artistas entienden el entorno que les rodea, y cómo éste influye en ellos. Es otra lectura, carente de perspectiva histórica, pero que en demasiadas ocasiones nos señala el camino de cómo se está gestando la idiosincrasia de la sociedad de mañana. Para eso, la mayoría de los  museos desarrollan una intensa programación de exposiciones temporales, que en muchas ocasiones son para poder mostrar todo el arte que no se puede exhibir en la exposición permanente, en otras para que el público vea obras que pertenecen a otros museos y, también,  para dar cabida expositiva a las nuevas tendencias artísticas que se están gestando en la sociedad.

Hay un museo excepcional, poco conocido, porque está ubicado en una pequeña población de Castellón de nombre Vilafamés, localidad que además está considerada como uno de los pueblos más bonitos de España. Me refiero al Museo de Arte Contemporáneo Vicente Aguilera Cerni de Vilafamés MACVAC, que en estas fechas cumple 50 años, desde que al crítico de  arte valenciano Aguilera Cerni se le ocurriera la feliz idea de montar un museo en un pueblecito rural, que con el tiempo se ha convertido en uno de los centros de arte contemporáneo más importantes de España. Si alguien quiere conocer cómo ha ido evolucionando el arte contemporáneo, principalmente español, desde los años 50, tiene pendiente una obligada visita al MACVAC, y se quedará prendado de su colección, del edificio del siglo XV de gótico valenciano que la alberga: el Palacio Batlle, y la simbiosis mágica que se crea entre la arquitectura antigua con el arte contemporáneo y el entorno de un pueblo con una belleza singular.  

Además, el MACVAC viene planteando desde hace tiempo, la ruptura de la brecha de género que existe en el arte, poniendo en valor la creación artística desde la mirada de las mujeres, como artistas al mismo nivel que los hombres.

Cuidemos nuestros museos, porque ellos contienen una parte de nuestra memoria histórica y, desde el arte, nos plantean reflexiones cargadas de belleza formal me informal, necesarias para que podamos avanzar hacia el futuro.    

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Bullying político

  Pasados ya los días de tensión nacional e internacional y de incertidumbre expectante que hemos tenido en España y quizá en parte del mund...