miércoles, 1 de abril de 2020

Decimoctavo día de cuarentena. Caídas de careta


Decimoctavo día de cuarentena. Tímidas buenas noticias. Parece que la curva de nuevos casos se aplana, aunque debe estar hecha de titanio, por lo que está costando enderezarla. Solo eso, porque las noticias que llegan de las residencias de ancianos, sobre todo en la Comunidad de Madrid, son terroríficas, de dejación de las autoridades, que han provocado un elevado número de casos de abuelos contagiados y fallecidos. Parece que va a ser cierto ese bulo que corrió de que a los mayores no se les iba a dar la atención adecuada. Es triste, que una sociedad llegue a esa conclusión tan de solución final: ahora los mayores, mañana los discapacitados, pasado todos los que supongan una carga para el sistema. Suena duro, pero ya está sucediendo.
La gran excusa para esto es que cuando el sistema  no da para más, hay que priorizar a quien se salva. ¿Bajo que parámetros? ¿Los productivos? ¿Los de maternidad? ¿Los de belleza? ¿Los de dinero que se tiene? ¿Cuál es el criterio para decidir quién tiene que vivir o no, en una situación de máxima crisis? Con los ancianos parece que en alguno sitios ya se está haciendo y con los inmigrantes ya hay quien ha propuesto que se haga.
Pero todavía, la situación es más grave. Cada vez hay más voces que dicen que se debe priorizar la economía sobre la vida. Recurrente, ya hemos hablado de ello. ¿No es esta una manera de condenar a los más débiles al albur de la suerte, a una especie de selección de las especies, tan del gusto de los ricos, en la que ellos siempre se salvarán y los demás… pues que hubieran trabajado para hacerse ricos.
La gran batalla política, que el conservadurismo elitista liberal está empezando a dar en España, es la movilización de todos los cenutrios del país, para culpar al gobierno de la pérdida de sus puestos de trabajo. Qué fácil es jugar con la propaganda, cuando se tiene los medios a tu servicio, para generar en una parte de la población, la creencia de que la situación económica de cada uno ha ido a peor por las decisiones de un gobierno que ha priorizado la salud de las personas sobre la salud de las empresas.
Encima, la derecha neoliberal española y mundial, tiene la caradura de aprovechar esta grave situación de salud pública (claro, que la salud pública a ellos les importa bien poco, visto lo visto en los últimos años, de deterioro constante, mientras han gobernado), para volver a su mantra de reducir impuestos. ¿Nos pueden explicar si se reducen impuestos como va a hacer el gobierno frente a todo el gasto social que ha puesto en marcha? Es una cuadratura del círculo bastante complicada, a no ser que piensen pagar ellos la factura sacándolo de la caja B; sí esa que llenaron gracias a la corrupción y a costa del empobrecimiento generalizado de la sociedad.
Estamos en una situación delicada. No es la hora de bajar impuestos ni priorizar la economía. Cuando hacen esas propuestas, no sé si les parece poco los 10.000 muertos que ya llevamos en España, en curva creciente cada día. Lo que sí sé, es que empiezan a quitarse la careta aquellos a los que nuestra vida física les da igual, la material ya sabemos que les importa un pimiento, si eso sirve para que ellos sigan en su burbuja de poder, opulencia y derroche.  Hasta las ocho.  

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