lunes, 6 de abril de 2020

Vigesimotercero día de cuarentena. TVE y el rigor científico


Vigesimotercero día de cuarentena. Seguimos a velocidad de crucero. En estos días de confinamiento se escuchan muchas noticias, verdaderas o falsas, que nos llegan con un constante bombardeo informativo que empieza a ser cansino. Por eso la televisión pública debe comportarse con rigor, mucho rigor, a la hora de enfocar y decidir cómo edita una información. Con tristeza tengo que decir que no está siendo así, que en muchos momentos parece estar abonada al espectáculo mediático en el que se ha convertido el coronavirus para algunas televisiones privadas. Qué estas no sean rigurosas, y algunos programas están muy lejos de ese concepto, se puede entender, porque al final, transmiten lo que sus dueños quieren que se transmita. Por eso están llenas de mercachifles de la palabra, vendemantas de la información, propagadores de bulos, vociferantes profesionales y tertulianos que  en un programa dicen una cosa y en otro la contraria, si eso les llena el bolsillo. Ciertamente que se salvan algunos programas y tertulianos, pero pocos. Ya sabemos la calidad de la televisión privada en España y convivimos con ello.
Lo que no es compatible con una información pública y veraz, es que TVE, mejor, algunos programas de TVE, hayan caído en ese tipo de periodismo televisivo, que poco o nada, aportan a un buen conocimiento de los hechos. Voy a ser más explícito, que así me explico mejor.  Esta mañana escucho una noticia sobre como está afectando el coronavirus a la localidad de Tomelloso. El Ayuntamiento informa que hay 104 fallecidos, en cifras oficiales, que son las que nos deben importar, hasta que no se demuestre lo contrario. Todo bien hasta que deciden completar la noticia con algo parecido al primo de Rajoy, aquel supuesto climatólogo del que echaba mano el expresidente para justificar que su gobierno  no tomaba  ninguna medida para detener el cambio climático. La presentadora da paso al cura del pueblo de al lado, para quien no lo haya visto, una autoridad contrastada en esta epidemia. Este señor, no sé si ungido o no por la gracia divina, desde el púlpito, como se hacía a la vieja usanza, dice que a él le han dicho algunos curas, no sabemos quiénes ni cuantos, que las cifras oficiales son mentira, que en realidad hay 180 muertos, dejando caer veladamente, que el Ayuntamiento de Tomelloso, que por su puesto debe estar dirigido por personas que no son de su agrado, está engañando al pueblo. Todo un alarde de rigor científico, transmitido por la televisión pública a las 10 de la mañana. Qué esto lo haga Ana Rosa Quintana, vale, pero TVE, preocupa.
Si el único bastión que nos queda de información veraz y rigurosa hace esto, qué podemos esperar cuando las noticias está sometida a la cuenta de resultados de las cadenas privadas y el bonus de sus ejecutivos. TVE no puede pasar de estar controlada por el gobierno de turno, a convertirse en Patio de Monipodio donde todas las noticias valen, si enganchan audiencia. 
Seguimos bajando. Hasta las ocho.  

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