lunes, 27 de abril de 2020

Cuadragésimo cuarto día de cuarentena. Padres


Cuadragésimo cuarto día de cuarentena. Padres. No quiero que nadie se enfade con este comentario, por eso los papis y mamis que ayer cumplieron con su deber cívico de respetar las normas de distanciamiento cuando sacaron a sus hijos a la calle, que no se den por aludidos. Pero los otros, los de las fotos e imágenes en televisión, charlando animadamente con otros padres, dejando que sus hijos jueguen al fútbol, apiñándose en los paseos y parques, saliendo toda la familia al igual que si fuese un espléndido día de domingo a dar una vuelta, haciendo el capullo como si no hubiéramos pasado ya cuarenta y tres días con sus noches encerrados en casa, sois un grano en el culo (con perdón) para esta sociedad, que tantos esfuerzos está haciendo para acabar, en la medida de lo posible, con esta pandemia de consecuencias, todavía inciertas.
Parece que no os queréis enterar de lo que pasa, quizá porque pensáis que el confinamiento es un exceso autoritario de los gobiernos del mundo; o que sois unos descerebrados abonados a las múltiples teorías de la conspiración que circulan por las redes sociales y la literatura barata. Aunque quizá no sea nada de eso, simplemente es que sois una panda de egoístas, incapaces de ver más allá del ombligo, con la mente abotargada por todo aquello que no sea vuestro único y exclusivo interés momentáneo, porque el comportamiento que habéis tenido ayer no puede dar tanto de sí como para mirar el futuro.
Os importa una mierda los 23.000 muertos, los 114.000 hospitalizados, el ingente esfuerzo económico y social que estamos haciendo la gran mayoría de españoles e instituciones para que el país no se vaya al garete. Os pasáis por el arco del triunfo a los sanitarios, las fuerzas de seguridad, los barrenderos,  los empleados de supermercados, los científicos y cualquiera que estos días esté poniendo en riesgo su salud para que esto se solucione de la mejor manera posible. Incluso, resulta ofensivo que despreciéis la disciplina de millones de españoles que sí cumplen las directrices gubernamentales, les guste o no. Gracias a los cuales y a los de todo el mundo se ha podido evitar la muerte de casi ocho millones de personas, según un estudio del proyecto internacional Covid Compass.   
Lo que parece es que hay sujetos, entre los que os encontráis, que solo entienden un idioma, en este caso el de la multa de 1.500 €, que es lo único que puede frenar vuestra insensatez. Luego pontificaréis contra el gobierno y contra todo lo que no se ajuste a vuestro criterio insolidario. Lo mejor que podríais  hacer es quedaros en casa y no poner en riesgo la esperanza de poder empezar a normalizar nuestra vida privada y social. Aunque al final los paganos de vuestra estupidez serían vuestros hijos.
Nos vemos a la ocho a pesar de todo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Bullying político

  Pasados ya los días de tensión nacional e internacional y de incertidumbre expectante que hemos tenido en España y quizá en parte del mund...