jueves, 9 de mayo de 2019

Miquel Iceta, presidente del Senado


La política española tiene una sobrecarga de mezquindad, que ya ni nos asombra. Todos los límites de las buenas formas y la cortesía han quedado sepultados por la intransigencia de algunos políticos, afincados ellos en las cloacas del nacionalismo más rancio y excluyente. Nacionalismo, que a ambos lados del Ebro, está empeñado en no aflojar la tensión, porque piensan que así les va mejor.
Hasta la fecha, los senadores por designación territorial, es decir, los que eligen los parlamentos autónomos, se nombraban por acuerdo tácito de todos los grupos políticos, votando sin objeciones, al candidato que proponía cada Partido. Ha sido así desde que existe el Senado. De hecho, Marta Pascal, coordinadora del PDeCat y Lorena Roldán, de Ciudadanos, han sido las últimas senadoras elegidas por el Parlamento catalán el año pasado, con una mayoría de 130 votos.
¿Cuál es el problema ahora, para que unos nacionalistas y otros pongan tantas pegas a la designación de Miquel Iceta como senador elegido por el Parlamento catalán, siendo un senador que le corresponde al PSC? No se me ocurre otra contestación, que el posicionamiento de los nacionalistas  catalanes y españoles (PP, Ciudadanos, ERC, JxCAT)  están muy alejados de querer acabar con la confrontación territorial.
Miquel Iceta es un político activo en la solución dialogada del conflicto catalán, algo que a unos y a otros no les parece de acomodo con sus intereses (mientras exista conflicto, tienen razón de ser). Sería un magnífico presidente del Senado, para impulsar políticas de reconciliación territorial y para dar un empujón al Senado como cámara territorial. Porque nadie puede dudar de su capacidad para tejer encuentros y que es, desde la periferia, uno de los representantes más activos de la unidad de España, desde el reconocimiento de la diversidad territorial.
Hay otra razón para tanto remilgo: Si en el imaginario popular se instala la creencia de que el conflicto con Cataluña se puede encarar desde otra perspectiva distinta a cómo nos han hecho ver durante estos últimos años el nacionalismo español y catalán, algunos se van a quedar sin discurso y otros nos vamos a dar cuenta de que nos han estado engañando sin piedad.
Miquel Iceta, es la mejor propuesta para presidir el Senado. Un acierto del presidente en funciones Sánchez, y un  mensaje para todos esos Capitán Trueno que habitan España y Cataluña.


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