viernes, 5 de abril de 2019

La resurrección de Franco


Publicado en Levante de Castellón el 4 de abril de 2019
«En el día de hoy, cautivo y desarmado el Ejército rojo, han alcanzado las tropas Nacionales sus últimos objetivos militares». Han pasado 80 años del fin de la Guerra Civil y la victoria de Franco y su nacionalcatolicismo y, tristemente, parece que aquel parte de guerra haya quedado suspendido en el tiempo. En los últimos meses estamos asistiendo al blanqueamiento del franquismo por parte de la derecha, en previsión de que tengan que pactar con el nuevo/viejo fascismo español tras las elecciones. Pero, no sólo es un lavado de cara por los intereses electorales de los partidos conservadores, desnortados en su ética democrática y ansiosos por acaparar el poder; París bien vale una misa. Lo más preocupante es la marea de fondo que se está produciendo en una parte del poder económico y social de apoyo a un grupo político, que sin ningún tipo de rubor pasea su fascismo neofranquista por platós de televisión y emisoras de radio, en una campaña de propaganda gratuita sin parangón. Una democracia tiene enemigos, y los grupos de ultraderecha (neologismo para evitar la palabra fascismo) son unos de los más letales. Sin embargo, eso no deben saberlo los periodistas, que en nombre de la libertad de información o quizá para mantener sus astronómicos salarios, no tienen pudor de codearse con aquellos que sus patronos les imponen.
                Parece que ese Podemos de derechas que sugería crear el presidente del banco de Sabadell,  no está dando el resultado que ellos esperaban, y por ello, han dado una vuelta de tuerca, que apriete más las clavijas de una sociedad que empieza a dar muestras de hartazgo ante el descaro del poder para reducir derechos y bienestar. Hay que frenar al peligroso Pedro Sánchez, al igual que frenaron al PSOE en Andalucía,  que está lanzando ideas que van en una dirección bastante contraria de sus intereses, es decir, tenernos atados bien cortito para que ellos puedan seguir haciendo de su capa un sayo. A fin de cuentas, es cuestión de meter dinero, algo que les sobra, para que siguiendo los principios goebbelianos de propaganda (les invito a que los consulten, y verán la similitud con lo que se está haciendo en la actualidad), acaben convenciendo a una buena parte de la sociedad que ese fascismo del siglo XXI, no es tan malo. Al final, de lo que se trata, es de que la izquierda vuelva a las cavernas de la oposición, para poder gobernar ellos (me refiero al poder económico) a pierna suelta.
                Mientras, se produce el mayor escándalo que una democracia puede sufrir después de la corrupción, en la que la derecha está pringada hasta las cejas, que es montar una trama falsa de noticias y espionaje para desacreditar a un dirigente político y su Partido. Resulta vergonzoso el vacío informativo que los medios de derecha han aplicado a este caso, a la vez que se han convertido en voceros de la extrema derecha, o que el periodista y el medio que ha servido de altavoz para airear tanta mentira, siga saliendo como colaborador en una cadena de televisión, que ha puesto por encima su libertad de información, la que dicta su dueño, sobre la ética democrática.
                 Ochenta años después, seguimos soportando la losa del franquismo, esa que no cayó sobre la tumba del dictador, sino más bien sobre la sociedad española, que sigue sin poder cerrar, de una vez por todas, las heridas que abrieron los vencedores de la Guerra Civil. Ese poder fáctico, compuesto por franquistas de nuevo cuño, herederos de los que se instalaron en la democracia para seguir controlando los resortes del poder, es el que primero ha tratado de silenciar la dictadura, como si  no hubiera ocurrido, y después la está poniendo en valor como una solución de unidad nacional, para los problemas que tiene España. Para los que ellos han creado, no para los que tenemos los españoles.
                Ochenta años después, Franco sigue más vivo que nunca, amparado por los grandes poderes del Estado, y no se puede ser franquista y demócrata a la vez.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Bullying político

  Pasados ya los días de tensión nacional e internacional y de incertidumbre expectante que hemos tenido en España y quizá en parte del mund...