jueves, 26 de marzo de 2020

Duodécimo día de cuarentena. El entrenador que llevamos dentro.


Duodécimo día de cuarentena. Todos los españoles tenemos un entrenador dentro. Esta frase refleja perfectamente la idiosincrasia de una sociedad en la que todo el mundo se cree que es más listo que el resto. Aquí, todos los aficionados al fútbol lo harían mejor que el entrenador de su equipo, sin lugar a duda. Hay otra frase más burda aún: “Esto lo arreglo yo en dos patadas”. Esa ya es del libro gordo del cenutrio. Además, las dos patadas suelen ser siempre en la boca del estómago de todos nosotros, porque detrás de quien piensa así, siempre hay un pequeño dictador.
Ahora, a toro pasado, todo el mundo habría hecho las cosas mejor que el gobierno: la oposición, los expertos de tertulia, los que llevan un entrenador dentro y mucha más gente. Algunos, debe ser que poco viajados, sacan el dedo acusador contra el gobierno por no haber previsto antes lo que iba a pasar. Como si fuéramos el único país del mundo donde el coronavirus ha pillado con los deberes sin hacer.
Cuando escucho que el gobierno es culpable de que no haya mascarillas, veo más una intención política, de postureo, que un interés por hacer las cosas que se puedan bien. Parece que solo a nosotros nos faltan los equipos de protección. Que Francia, Alemania, Italia, EEUU, el resto de Europa y el  mundo entero, está nadando en la abundancia de mascarillas y como el gobierno tiene una eficacia mínima (sic Cayetana Álvarez de Toledo), aquí no hay nada.
Miro en la hemeroteca. ¿Alguna Comunidad Autónoma se preocupó de provisionarse de estos equipos cuando en China el coronavirus había confinado a más de 11 millones de personas? Si son ellas las que tiene la competencia en sanidad ¿por qué no lo hicieron? ¿Por qué no alertaron del peligro que había al gobierno, en vez de mirar para otro lado? Quizá, porque como en el resto del mundo, no le dieron la importancia que ahora se sabe que tiene.
¿Alertaron los expertos sobre la que se nos venía encima? No se si alguno lo haría, pero debió hacerlo muy bajito, porque nadie lo oyó en el mundo, ni siquiera en los despachos de quienes ahora se creen con el derecho a cuestionar todo lo que hace el gobierno.
Esto nos ha pillado con el culo al aire a todos: políticos, expertos, medios de comunicación, tertulianos, sindicatos, trabajadores, y sociedad en general, que en ningún momento nos hemos alarmado, hasta que no lo hemos tenido encima. Por eso me gustaría que no nos convirtamos en alguien que lo arregla todo en dos patadas. Lo que hay que hacer ahora es dejarse de tanta palabrería, cumplir las normas que nos están pidiendo, y dar un voto de confianza a un gobierno que está poniendo toda la carne en el asador para superemos lo antes posible y con el menor daño posible esta pandemia. Y por supuesto, todos los días aplaudir. Nosotros, no el entrenador.   



2 comentarios:

  1. Que razón tienes Jose, pero esto ha pasado y pasará siempre.
    Verás como acaban echando al entrenador.
    Un abrazo

    ResponderEliminar

Bullying político

  Pasados ya los días de tensión nacional e internacional y de incertidumbre expectante que hemos tenido en España y quizá en parte del mund...