Iba
a decir que tiene su guasa, pero la verdad es que no tiene chanza ninguna, que
el gobierno se niegue a indultar a un joven que hace seis años robó una bici en Sevilla, y el día
15 de junio tendrá que entrar en la cárcel, mientras Rajoy acude a una cena de
despedida del ex ministro Soria con parte de su gobierno. No parece que ser un
defraudador de Hacienda, con nocturnidad y alevosía, que es como se defrauda
llevándose el dinero a un paraíso fiscal,
le preocupe al gobierno, ni a la derecha, ni a ningún vocero del
neoliberalismo internacional o español. El país está plagado de evasores
fiscales y parece normal, no es objeto de actuación para la fiscalía, a fin de
cuentas todos estos chorizos de cuello
blanco y cenas en Horcher, son de familia bien y no representan un peligro para
la sociedad, sobre todo para la que ellos están construyendo a su medida. Pero,
ojo, si usted comete la imprudencia de robar una bici, todo el paso de Estado
caerá sobre sus hombros.
Ciudadanos
nos ha abierto los ojos. Que el Estado tenga empresas públicas es comunismo,
dicen, y acabamos dándonos cuenta de que Franco fue un rojo camuflado que se
dedicó a crear empresas estatales en competencia con las privadas o en régimen
de monopolio. También hemos sabido que el presidente francés De Gaulle era otro
comunista oculto, por eso nacionalizó los bancos y las grandes empresas en su
país. Estos de Ciudadanos, en su delirio neoliberal, cada día nos sorprenden
con una nueva chorrada, hasta el punto de enfadarse porque el sudor nervioso de
Albert Rivera le jugó una mala pasada en el debate con Iglesias, pero claro la
culpa no es que su jefe vaya pasado de revoluciones, es del aire acondicionado.
A
partir de ahora, ya saben ustedes que los carnets de socialdemócrata los dan
Susana Díaz y Pedro Sánchez, la nueva pareja de hecho por interés. Nadie más
que quienes ellos autoricen puede reclamarse como tal. Les avala ser un Partido
de 137 años, socialdemócrata antes que esta existiera. Su larga historia es el
argumento para convertirse en árbitros de la socialdemocracia en España. Qué
pobreza intelectual.
No hay comentarios:
Publicar un comentario