Foto: Autor desconocido
El tiempo es implacable y acaba
sacando a la luz las miserias y las verdades de todo lo que cae en sus manos.
El caso de Grecia está desvelando la verdadera naturaleza de lo que es hoy la
Unión Europea, y porqué los países más grandes del continente aceptaron
abandonar sus monedas, para sustituirlas por una común. Ahora nos damos cuenta
que el Euro no es otra cosa que una nueva manera de subyugar pueblos; un
instrumento de sometimiento financiero al servicio del gran capital europeo,
que necesitaba ahorrarse costes y facilitar su expansión del Atlántico al
Mediterráneo. Principalmente una moneda que fuese capaz de impedir las
desviaciones del criterio neoliberal que ha convertido al sur de Europa en una
economía subsidiaria de Alemania y sus países satélites del norte.
Ahora, cuando la fractura entre
norte y sur es una evidencia, que tiene su origen en la explotación financiera
sin medida, que ha esquilmado los estados del sur, para aumentar los beneficios
de los bancos europeos, sobre todo alemanes, ya no importa deshacerse de los
países díscolos que están tratando salir de ese yugo impuesto desde Berlín.
Grecia ya no interesa. Hace
tiempo que echaron cuentas los mercados europeos, y les resulta más barata
fuera que dentro del euro. Esta es la realidad a la que se enfrentan los griegos:
que una vez esquilmados por políticas de austeridad en nombre del euro, que
sólo ha aumentado su deuda, ya no es rentable. Por eso la única preocupación
que tienen los dirigentes europeos, y sobre todo alemanes, es que la salida del
euro sea lo menos onerosa posible para la cuenta de resultado de sus banco.
Porque, como estos nunca pierden, seremos todos los ciudadanos de la UE los que
al final paguemos la factura de la banca, una vez más.
El neoliberalismo europeo no
puede consentir que se cuestione su proyecto de una Europa de mercaderes y
multinacionales, y Grecia les ha salido contestona, de ahí la dureza de las
declaraciones y las exigencias una vuelta al redil que siga desangrando la
economía del país y empobreciendo más a la población. Es tal su descaro, que ya
no se corta en ocultar que la democracia es inasumible si va contra sus
intereses. No hay más que ver la virulenta reacción que han tenido ante el
anuncio del gobierno griego de celebrar un referéndum, para que la ciudadanía
opine sobre las nuevas medidas de austeridad que trata de imponer la Troika,
apretando más las turcas de la población.
Que pongan el grito en el cielo
con amenazas de expulsión de la zona euro incluidas, porque se vaya a celebrar
un referéndum en Grecia, es síntoma de que la democracia hace tiempo que perdió
su asiento en las instituciones comunitarias, y de que un nuevo fascismo plutarquico se ha instalado en
la UE. Y lo que ya no pueden soportar es que un gobierno cuestione sus métodos
de mafia financiera, con democracia. ¿Alguien me puede decir por qué un referéndum
es contrario a los intereses de la Unión Europea? Por más que lo doy vueltas no encuentro la
respuesta, salvo que para muchos consultar a la ciudadanía sobre temas de vital
importancia sea contrario a sus intereses.
No sé lo que decidirán los
griegos, ni qué consecuencias tendrá su voto en el referéndum. Pero sí tengo
cada vez más claro que esta Europa no es la que soñamos, y que dadas las
circunstancias, ya no está claro si es interesante seguir en ella o buscar
otras alternativas de confluencia europeas más democráticas y solidarias.
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