La caída de
Barcelona en manos de las tropas de Franco supone la salida de miles de
republicanos que se unen a la diáspora, ya iniciada desde hace meses, hacia la
frontera francesa. También lo hace el gobierno, con todos los intelectuales que
residen en la capital catalana, y el presidente de la República. Se inicia así
un largo camino que los convertirá a todos en refugiados y conducirá hacia un
exilio que tiene como primera parada Francia, y por última, tras el sufrimiento
del camino el desarraigo que supone el abandono de su vida anterior y todos los
referentes con los que habían vivido, a una transformación personal que los
convertirá en otras personas, y ya nunca volverán a ser los mismos.
Manuel Murillo y Rodrigo
Ballester, son antiguos milicianos que se conocieron en el frente de Teruel, y
que ahora sirven como chóferes militares del gobierno republicano. Se
encuentran en Barcelona el día 22 de enero de 1939, cuando se produce la huida
del gobierno hacia Francia. A Manuel le asignarán abandonar España como chófer
de la familia Machado y a Rodrigo, junto a Marga Centellés, una novia de Manuel a la que consigue llevar en
el convoy in extremis, le tocará conducir el vehículo en donde el presidente de
la República abandonará Barcelona, rumbo a la frontera.
Durante el viaje Manuel intima
con Antonio Machado, al que acompañará hasta Colliure, convirtiéndose en el
amigo inseparable del poeta hasta la muerte de este un mes después.
La peripecia de Rodrigo y Marga
es mucho más complicada, mientras el amor va surgiendo entre ellos. Después de
recalar en La Vajol y vivir la accidentada salida de España del presidente
Azaña con parte de su gobierno, en una fría madrugada de principios de Febrero,
son separados en la frontera por los gendarmes franceses. Rodrigo es detenido y
enviado a Perpignan, para acabar en el campo de internamiento de la playa de
Argelès-sur-mer, en donde sufrirá el lado más oscuro del exilio, y Marga, que
ha hecho buenas migas con doña Dolores, esposa de Azaña, parte con la comitiva
presidencia hacia Les Illes, pequeña población francesa cercana a la frontera,
para dedicarse, posteriormente, a la búsqueda incansable de Rodrigo y a sacarle
del infierno de la playa de Argelès, una vez que consigue descubrir que su
amado está allí.
Tras el entierro en Colliure de
Machado el 23 de Febrero de 1939, Manuel, que ha sabido por algunos exiliados
que su amigo Rodrigo se podría encontrar en el campo de Argelès, se dirige
hacia allí, donde se encontrará con Marga y tras una rocambolesca situación
conseguirán que Rodrigo huya del campo.
A partir de aquí Manuel dirigirá
sus pasos hacia Nueva York, en un viaje no exento de riegos y dificultades, que
le llevará primero a París y después a Le Havre, junto a un cáliz de oro que
robó del Palacio Episcopal de Teruel cuando el ejército de la República reconquistó la ciudad, por unos días, en la
navidad de 1937. En Nueva York encontrará una ciudad hecha a su medida, en la
que encaja perfectamente. Tras pasar por un centro de ayuda a los exiliados de
la guerra de España, conseguirá instalarse como empresario de una pequeña
empresa de reparto de bebidas, que irá creciendo hasta convirtiéndose en un
mecenas de la cultura neoyorquina y entusiasta del jazz. En Nueva York, gracias
al cáliz que ha viajado con él por medio mundo, conseguirá cerrar una herida
que viene arrastrando desde la Guerra Civil, y consolidará su amor con Viveca,
una mujer que conoció en Le Havre y que vive en París durante la ocupación
nazi.
A París llegan Marga y Rodrigo,
topándose con un mundo fascinante de libertad y agitación política, que cuando
las tropas nazis ocupen la ciudad, les hará participar activamente en la
resistencia parisina contra el nazismo, haciendo de Marga la líder indiscutible
de su grupo resistente. Viven intensamente su Juventud y su amor, entre la
felicidad y el riesgo.
Mientras tanto, en España,
Marcial Canero, falangista y comisario de policía en Barcelona, es citado a Burgos
para encomendarle una altísima misión. La Iglesia está muy preocupada por el
robo del cáliz del Palacio Episcopal de Teruel e insta a las autoridades de la
Nueva España a poner todo el empeño posible para recuperarlo. Marcial acepta,
qué remedio, el encargo, sin saber que su destino va asociado a la nueva
misión.
“Nunca seremos los mismos” habla
de personajes reales y ficticios que tienen que exiliarse después de ser
derrotados en la Guerra Civil
española, en busca de una vida
más segura, más libre y más digna, aunque se encuentran con el rechazo del
gobierno francés, que los confina en campos de internamiento. Pero como se
refleja en la dedicatoria, cualquier persona que tenga que abandonar su país si
desearlo, por las razones que sean, se puede sentir reflejado en sus páginas.
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