jueves, 10 de septiembre de 2020

Jubilación anticipada, esperanza de vida y reforma de las pensiones

 


¿Qué entiende el gobierno por jubilaciones anticipadas voluntarias? ¿Meten en este saco a los miles de trabajadores que han abandonado el mercado laboral como con secuencia de un ERE en su empresa? ¿Por qué no dicen que cuando una persona se jubila anticipadamente la penalización es de por vida, y no solo hasta que cumpla la edad legal de  jubilación? ¿Por qué una persona que ha cotizado lo que marca la ley para tener derecho al 100% de su pensión, cuando se jubila anticipadamente pierde ese derecho y se le penaliza? ¿No le parece bien al gobierno haber cotizado lo que marca la ley para adquirir el derecho a cobrar la totalidad de la pensión?

Las pensiones deben ser dignas, que permitan vivir a los jubilados, pero también deben no ser discriminatorias. Se puede comprender que a una persona que ha cotizado lo que la ley marca para cobrar el 100% de la pensión, se le penalice si se jubila voluntariamente (aquí deberíamos excluir a quienes hayan tenido que dejar su trabajo por un ERE), pero cuando cumple su edad legal de jubilación debería cobrar lo que le corresponde y no estar castigado hasta que se muera. Vuelven a querer hacer una reforma de las pensiones cargando la mano sobre los pensionistas, cuando lo que tendrían que mejorar es el sistema de ingresos. Mucha gente no paga lo que debería a la Seguridad Social y otros viven ajenos a ello.

Por otro lado, lo del aumento de la esperanza de vida es una trampa que solo sirve para que trabajemos más años. Es normal que un país que reduce los niveles de mortalidad infantil y mortalidad en general, aumente el tiempo de vida de sus habitantes. Es un estadística, al final. Pero la realidad es otra. En las zonas de clase trabajadora, se vive entre 8 y 10 años menos que en las zonas ricas, según un estudio del Imperial College de Londres, para el Reino Unido. En Madrid, según un estudio del Ayuntamiento en colaboración con la Universidad Carlos III, un habitante del barrio El Goloso, situado en la zona norte de la capital, con un nivel de rentas alto, tiene una esperanza de vida de 88,7 años;  mientras que un vecino del barrio de Amposta, en el distrito de San Blas, con un  nivel de rentas inferior, su tiempo de vida será de 78,4 años. Dentro de esta horquilla se mueve la esperanza de vida de los madrileños, siendo más elevada en los barrios adinerados y menos en los barrios más desfavorecidos económicamente. Por extensión, esto se puede aplicar al resto del país.

Como ven, no se sostiene por ningún lado la excusa de la esperanza de vida para aumentar los años trabajados para poder jubilarse. Al final, son todo excusas para que los ricos no tengan que contribuir al sostenimiento de las pensiones.

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